lunes, 2 de febrero de 2009

Malta -qué ver-

La isla sorprende por ser extremadamente verde y con una orografía un tanto difícil aunque su punto más alto sea sólo de 253m.


Repasando la isla, de este a oeste, nos encontramos con las bahías de Ras in-Niexfa y de Mellieha, una tras la otra, dando lugar a un pequeño istmo lleno de acantilados y en el que también se encuentra el ferry que conecta Malta con las islas de Gozo y Comino.



No mucho más allá, se encuentra "Popeye Village", lugar donde se rodó la película "Popeye" en 1.980 y protagonizada por Robin Williams
. Se construyó el decorado y gustó tanto como quedó, que lo que se construyó como plató hoy en día es un paque temático, bastante caro, por cierto (9.50€/adulto/enero 09)


Casi en el centro de la isla, nos encontramos con Mosta, famosa ciudad por su iglesia de Santa María y su gran cúpula, dentro de la cual, caben más de 5.000 personas, y que por cierto, es visible desde casi toda la isla.


Unos pocos kilómetros al sur, nos encontramos con las ciudades de Medina y Rabat. En Rabat se encuentran las catacumbas de San Pablo, lugar donde el apóstol se refugió cuando su barco naufragó en Malta.


En la vecina ciudad de Medina, podemos ver una bonita ciudadela, desde la que se puede contemplar más del 70% de la superficie de la isla. También llamada la ciudad del silencio, sus habitantes son en su mayoría nobles malteses. Aunque la verdad es que tienen pinta de estar saturada de turistas en verano.



Un poco más al sur, nos encontramos con los acantilados de Dingli, los más famosos del país, si bien, la imagen más espectacular de la isla, la encontramos, también en la costa, a unos kilómetros al oeste, la Blue grotto, una formación natural que en los días más soleados (no es el caso de la foto) refleja el fondo del mar y se convierte en una imagen espectacular.


Por último, en el extremo oriental de la isla, nos encontramos con Marsaxlokk, el pueblo pesquero por excelencia de la isla, ya que se encuentra el 70% de la flota pesquera del país. Los domingos -dicen que- la subasta de pescado es digna de una visita, pero por desgracia, no estuvimos un domingo por la mañana para poder comprobarlo.

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