jueves, 29 de julio de 2010

Mi cepillo de dientes

Todo el mundo sabe que en cada país tienen sus costumbres, y la de RU de comer sólo un sandwich o similar, a mí me supera. Yo sigo intentando respetar mis costumbres de comer bien, aunque la cosa no sea de dos platos y postre, pero procuro hacerme algo de comer y no tirar de bocadillos.

Quizá sea por eso, pero, ahora que ya estoy trabajando de contínuo en la empresa, se me planteó el problema de tener que dejar un cepillo de dientes en la oficina. Hasta ahora, lo llevaba junto con la comida, y aunque no trabajaba todos los días, pero, es algo incómodo.

Fijaros qué tontería puede generar la entrada de un blog, pero es que encontrar un cepillo de dientes de viaje (vamos, uno normal y corriente, pero con capuchón para las cerdas), ha sido una odisea. Sí, vale, no he ido a ninguna farmacia ni parafarmacia, pero... por qué no están en los supermercados junto a los normales?

Pero es que ya ni en los supermercados, tampoco en el hipermercado al que suelo ir. En fin, ahora entiendo porqué cuando me ven en la oficina con mi cepillo y mi pasta de dientes, algunos se queden asombrados.

Así que pensaba que tenía que volver a comprar cepillos de dientes en España hasta que un día... tachán: mi novia me enseñó un lote de cepillos que había en el super de al lado de mi casa. Puedo prometer y prometo que había revisado esa estantería las últimas semanas infructuosamente. Los habrán empezado a traer?