lunes, 28 de septiembre de 2009

La fiesta

El sábado fue nuestra primera fiesta de este año. Sí, adivinad el nombre... "Spanish party", jajaja, originales, lo que es ser originales :)

El hecho diferencial fue que no estuvimos preparando comida española toda la tarde, es más, no hubo comida. Tampoco hubo carteles con un toro ni bandera española, es más, no hubo adornos. Se nos olvidó poner en el ahipos a Manolo Escobar, Paquito el Chocolatero o La Macarena, es más, hubo música de todo tipo.

¿Y qué hubo? Calimocho :)

Vale, sí, la organizamos a todo correr, el viernes por la noche entre fiesta y fiesta, pero... nos gusta hacerlo todo en el último minuto, porque somos españoles. ¿Cuándo hacemos la declaración de la renta? En el último minuto. ¿Cuándo estudiamos para los exámenes? En el último minuto. ¿Cuándo se prepara una fiesta? En el último minuto.

Y claro. Dices a la gente: "a partir de las 20.30". Son las 20.45 y ahí estamos 2 españoles y 1 alemán. Locurón. Pero el ánimo no decae (si hasta faltan 2 de los organizadores!!), y eso se nota. PERO... poco a poco se empieza a llenar y hasta empieza a venir gente que no conocíamos...


Los que esperábamos no aparecieron... pero es que así tiene la cosa más gracia. Así que... al final estuvo bastante bien (cifremos un 80% de éxito relativo).
Actualización: me dicen que la foto esta ha gustado y que está triunfando en el internééé, vamos que voy a tener que pedir derechos de autor por ella. Ya veo la fiesta de la semana que viene: con zona VIP.

Para la próxima... intentaremos que sea tan grande como la del incendio, jejeje. A saber, "Después de estudiar las pruebas que encontramos en los 25 iPhones, 15 Blackberries, 10 cámaras de vídeo y 40 cámaras digitales incautadas a los asistentes de la fiesta… hemos podido reconstruir lo que sucedió, segundo a segundo". Toma, toma.


viernes, 25 de septiembre de 2009

Aprender jugando

Llego el otro día a clase del proyecto (sí, nos dan clases en plan recomendaciones, etc), y me encuentro a toda la gente alborotada, las sillas amontonadas en un lado junto a las mesas, también amontonadas, los profesores sentados, charlando, y sólo una cosa en la pizarra: 90 min.

Nada, dejo ahí tiradas mis cosas (la mochila), me acerco donde los profesores, me dan un sobre a elegir y me dice, "léelo y sigue las instrucciones", sin más.

Ale, pues a ver de qué va la cosa. Abro el sobre y me cuentan que:
- nos hemos trasladado al siglo XVII,
- estoy en el gran mercado "Merchiston"
- soy un herrero
- tengo 25 guineas (moneda) para invertir en lo que estime
- estoy buscando una "beca" para mis hijos para que puedan ir al mercado de York, en el que buscarán "avances" en el sector
- mi "enemigo" es la imprenta que el Arzobispo quiere traer a mi zona, y que absorberá los recursos de posibles becas.

Y... ale. A jugar.

Prácticamente cada persona tenía un rol. Gente que quería una imprenta, vendedores de varias imprentas, monjes que copiaban manuscritos, monjes susceptibles de influenciar al Arzobispo si recibían "algo a cambio", inversores...

Y todo esto para enseñarnos que no es todo tan sencillo como pudiera parecer, y lo valioso y frágil de las alianzas.

¿Os imagináis en la UBU que te den 2 horas de clase para jugar y aprender estas cosas?

domingo, 13 de septiembre de 2009

El porqué del nombre

Si alguna vez os habéis preguntado el porqué de "1 fi 618", he aquí unas líneas que hablan de este número...

Conocido desde la antiguedad y con nombres tan exóticos como la razón áurea o la divina proporción es un número irracional como π o
e, pero según el autor se comporta como «el más irracional de los irracionales». En cierto modo, Φ, cuyo valor es 1,618033988749849… y que proviene de la solución a la ecuación x² = 1 + x es un número muy autorreferente, relacionado con la sucesión de Fibonacci, que aparece como por arte de magia en lugares extraños. Su valor puede calcularse como (1 + √5)/2. Debido a su particular definición, si se eleva 1,618033988… al cuadrado es igual que sumarle 1; extraer su raíz cuadrada es igual que obtener su inverso, lo cual también equivale a restarle 1 y además resulta que el resultado es la misma serie de dígitos decimales. Geométricamente, la razón aurea divide un segmento en un punto tal que la proporción entre el segmento resultante más pequeño y el grande es igual que la que hay entre el segmento grande y el todo. Todo esto está además íntimamente relacionado con el pentágono regular, donde Φ tiene un papel estelar.

Aparte de detallar toda la historia de Φ a lo largo de los tiempos, sus características matemáticas y cómo se fueron aplicando en diversas áreas, el autor del libro examina con lupa los méritos de todas las «supuestas apariciones» de Φ a lo largo de la historia, con un punto de vista muy escéptico y crítico. De este modo, y aunque se cree que Φ fue «descubierto» y descrito con precisión por Euclides en el año 2.000 a.C., se pone en duda que los egipcios (aunque lo conocieran) lo usaran de algún modo en las construcciones de las pirámides. Los ajustes de precisión y errores de medición permiten obtener casi cualquier número de cualquier sitio (si se eligen los puntos adecuados y se es flexible con el grado de precisión), de modo que el autor también descarta que se usara en el diseño del Partenón, la Mona Lisa o los violines Stradivarius, para desgracia de los denominados numerlógos aúreos.

Las apariciones estelares de Φ provienen más bien de lugares donde la fractalidad y la autorreferencia son constantes, en las matemáticas de la sucesión de Fibonacci o en la naturaleza en la disposición de los pétalos de las plantas, en las espirales de las conchas de los moluscos, o en las galaxias espirales. El autor también estudia y descarta que haya alguna razón física por la que los diseños basados en la proporción aúrea sean más estéticos que otros debido a alguna razón profunda y universal y señala varios estudios experimentales que descartan esa idea. Mirando sobre esto en la Wikipedia encontré una lista de objetos diseñados con la razón aúrea, donde están tanto los que se supone que fueron diseñados así –pero según el autor del libro no lo fueron– como otros que sí lo fueron como los trabajos de los arquitectos Le Corbusier y Mario Botta.


texto obtenido en microsiervos.

martes, 8 de septiembre de 2009

Deejays en Edimburgo

Edinburgo no es una ciudad de grandes discotecas. Aquí se estila más los clubes (¿por qué la gente se afana en decir clubs en castellano?) pequeños o medianos. Pero eso no quiere decir que no vengan buenos deejays de gira.


El grupo promotor Musika (sería algo así como Matinee en España, salvando las distancias obviamente), programa mensualmente actuaciones de primer orden (Luciano, Felix da Housecat, Eric Prydz...) en diferentes lugares de la ciudad.



Lo mismo puede ser el centro comercial Ocean's Terminal -el que se ve en el vídeo de arriba- que una sala de conciertos como la HMV picture house, o... quién sabe. En cualquier caso, son eventos a los que la gente suele responder, y si no, mirad el siguiente vídeo...



La verdad es que fue genial estar en el interior de un centro comercial de fiesta... Un centro comercial que se encuentra junto al mar y desde el que de accede al barco de la reina británica Isabel II, el Royal Yatch Britannia que se encuentra amarrado en Edimburgo. Sin más, unos minutillos de Luciano:




jueves, 3 de septiembre de 2009

Los carros de la compra

Sí, lo sé. El otro día dije que lo iba a contar, y lo prometido es deuda. Pero es que es una dura historia...

Corre una leyenda urbana que dice que hay cocodrilos en las alcantarillas... No, esa es en Nueva York. Pues la de los fantasmas, ¿qué os parece? Hombre, si por algo llaman a Edimburgo la capital de los fantasmas... Sí, que podría ser por la cantidad de despidos que ha habido últimamente debido a esa palabra tan fea que pareCe seR que aquI ya eStamos a puntIto de dejar atráS (otro día lo comento), pero no.


Dicen las malas lenguas (y los carteles), que para evitar que te lleves el carro del supermercado, si pasas de una linea roja (está pintada a unos 50-100m de cada centro comercial), el carrito se bloqueará. A ver, a priori parece una advertencia de chiste, sobre todo, porque se ven numerosos carritos más allá de esa línea y porque nadie se ha preocupado de tener en cuenta la dignidad de estos pobres carritos. Luis Piedrahíta (el rey de las cosas pequeñas) les debería rendir un homenaje.


Decir que vivo cerca de dos supermercados (Lidl y Somerfield) y que es ahí donde compro el 60% de la compra. El caso es que era un miércoles 15 de julio, y tenía que empezar a hacer la compra para preparar la despedida de soltero de JC. Así que bajé al Lidl a comprar las verduras, bebidas y yogures y, llené mi carro. Mi idea era ir con el carro a casa (4/5 minutos andando) hasta que, al cabo de andar 100m desde el super, el carro se paró.
No me imaginaba que los carros del Lidl tuvieran ese sistema, ¡lo podían avisar, como en otros supermercados! Así que, en una calurosa tarde de julio, me tocó llevar de regreso el carro en volandas hasta el super, porque el desgraciado de él no se desbloqueaba.


15 minutos más tade, volvía a estar -de nuevo- junto a las puertas del super, sudando como un campeón. Lo único que se me ocurría era entrar y preguntar al cajero, pero el Lidl tiene puertas diferenciadas, por lo que la única manera es entrar por la entrada al super (las cajas conducen a la puerta de salida por la que no se puede entrar). Mi prudencia española no me dejaba entrar a preguntar al cajero y dejar la compra en medio de la calle, hasta que una señora me preguntó que si tenía algún problema... Ella había hecho la compra y yo seguía en el mismo sitio -pero sudando- un buen rato después. La conté el problemilla y se me ofreció a llevarme hasta la puerta de casa con toda la compra, ¡menos mal!.


De la que me dejó a la puerta de la urbanización, empezó a caer una tormenta de verano que me hizo jurar en hebreo. Y es que fueron 5 paseítos mientras jarreaba, que me hicieron llegar a casa "empapao". Para colmo, mis vecinos -a los que nunca había visto- aparecieron uno tras otro mientras yo estaba empapado y subiendo la bebida a casa...

- Qué, ¿se planea buen fin de semana, no?
- Sí, ya ves qué bien empieza... Destrozado por llevar el carro a cuestas, sudado, empapado por una tormenta de verano y ahora a subir 3 pisos con todo esto.

A todo esto, el carro, una vez que se bloquea, le tienen que llevar dentro del supermecado y desbloquearlo...