viernes, 25 de septiembre de 2009

Aprender jugando

Llego el otro día a clase del proyecto (sí, nos dan clases en plan recomendaciones, etc), y me encuentro a toda la gente alborotada, las sillas amontonadas en un lado junto a las mesas, también amontonadas, los profesores sentados, charlando, y sólo una cosa en la pizarra: 90 min.

Nada, dejo ahí tiradas mis cosas (la mochila), me acerco donde los profesores, me dan un sobre a elegir y me dice, "léelo y sigue las instrucciones", sin más.

Ale, pues a ver de qué va la cosa. Abro el sobre y me cuentan que:
- nos hemos trasladado al siglo XVII,
- estoy en el gran mercado "Merchiston"
- soy un herrero
- tengo 25 guineas (moneda) para invertir en lo que estime
- estoy buscando una "beca" para mis hijos para que puedan ir al mercado de York, en el que buscarán "avances" en el sector
- mi "enemigo" es la imprenta que el Arzobispo quiere traer a mi zona, y que absorberá los recursos de posibles becas.

Y... ale. A jugar.

Prácticamente cada persona tenía un rol. Gente que quería una imprenta, vendedores de varias imprentas, monjes que copiaban manuscritos, monjes susceptibles de influenciar al Arzobispo si recibían "algo a cambio", inversores...

Y todo esto para enseñarnos que no es todo tan sencillo como pudiera parecer, y lo valioso y frágil de las alianzas.

¿Os imagináis en la UBU que te den 2 horas de clase para jugar y aprender estas cosas?

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