jueves, 28 de agosto de 2008

El artículo

Parece ser que la captura de flirck no da más de si, y, por si acaso algún día borran la entrada del Diario de Burgos, hela íntegra aquí:

El tribunal de fin de carrera de Obras Públicas ha calificado con matrícula de honor la propuesta de transporte público para Burgos presentado por un alumno y articulada sobre la implantación de un metro ligero. Este es su planteamiento.

El transporte público interno es, si no el mayor, al menos sí uno de los retos más importantes a los que se tendrá que enfrentar la ciudad de Burgos a lo largo del primer cuarto de siglo. Las dispersión de las infraestructuras, el crecimiento poblacional y, sobre todo, la creación de nuevos barrios y polígonos que ya acogen importantes núcleos de población o trabajadores y distan kilómetros entre sí, obligan a meditar y analizar en profundidad las decisiones a tomar en el campo de la movilidad urbana.

La recién creada red metropolitana de autobuses urbanos, la redefinición de las líneas, la elaboración -aún en curso- de una nueva ordenanza de movilidad, los carriles bici, taxis, peatones, peatonalizaciones, rondas y aparcamientos subterráneos y, sobre todo, la posibilidad de incluir un nuevo sistema de transporte a lo largo del eje cívico que parirá el levantamiento del corredor ferroviario, llamesé tranvía, civis o sucedáneo, son los ingredientes con los que hay que elaborar el plato estrella: un modelo de transporte público universal, ecológico, viable y efectivo. Casi nada.

El Ayuntamiento se parte el seso y la cartera para tratar de hacer comulgar todos esos elementos y en la Escuela Politécnica de Burgos, donde habitan buena parte de los expertos en la materia, son conscientes de que no es un asunto fácil. Tal vez por eso cinco doctores acaban de calificar con matrícula de honor el proyecto fin de carrera del ingeniero de obras públicas de la UBU Rubén Marina Cenzano. Lo ha denominado Análisis de movilidad, creación de líneas de alta capacidad y redistribución de líneas de autobús urbano y ha tomado la ciudad de Burgos como modelo presentando una propuesta que ha satisfecho por unanimidad al tribunal que ha juzgado el trabajo.

Horizonte 2025

Bajo la premisa de la sostenibilidad (equilibrio entre el aporte social, el económico y el ecológico), Marina ha planteado un escenario a más de una década tomando como referencia máxima el año 2025. Eso le ha permitido calcular cuál será la demanda de las principales y más extensas líneas de autobús de la ciudad (Gamonal, Universidad, nuevas dotaciones como la estación del AVE...) para analizar qué tipo de transporte tiene capacidad para dar salida a la demanda de transporte público. Y la primera conclusión es que el autobús, por sus propias limitaciones, se colapsará y no será capaz por sí mismo de asumir la demanda de los principales ejes de la ciudad.

El bus convencional tiene capacidad para transportar, en hora punta, un máximo de 3.500 personas por hora y sentido, una cifra que, según los cálculos plasmados en el proyecto, se verá ampliamente desborada en la tercera década de siglo. En la comparativa de los sistemas de transporte públicos existentes se descarta también el tranvía convencional-ornamental por el mismo motivo que el bus (no puede asumir más de 4.500 personas por hora y sentido), así que se comparan los de media y alta intensidad.

El coste, variable capital en todo proyecto que aspire a encontrar la viabilidad, es correlativo a la capacidad del sistema, motivo por el que se descartan también las infraestructuras de alta capacidad como, por ejemplo, el metro. Así, el autor expone dos últimas posibilidades: el autobús guiado (también llamado Civis y similar a un tren con ruedas guiado por fibra óptica) o el metro ligero, que no es soterrado pero sí requiere catenaria y un carril exclusivo.

El autor del proyecto se decanta finalmente por el metro ligero, un sistema implantado y testado en varias ciudades del mundo que ha sido la opción elegida por la comunidad de Madrid, donde funciona desde 2007, para coser parte del área metropolitana de la capital de España. El vehículo es más amplio, produce menos ruido y contaminación cero, tiene una mayor capacidad de transporte (de hasta 20.000 personas por hora y sentido), se considera un buen estructurante del desarrollo urbano y sus costes de explotación y mantenimiento son relativamente bajos. Por contra, la frecuencia de sus servicios es algo más baja, requiere de una nueva infraestructura y es más complejo de ramificar.

150.000 clientes atendidos

Toda vez que se decide el sistema a implantar, comienza el verdadero estudio de movilidad, que busca, en último término, llegar al mayor número de usuarios posible. La isócrona (tiempo empleado para llegar al mismo servicio desde diferentes lugares) utilizada marca una distancia máxima hasta el metro ligero de 700 metros, menos de cinco minutos andando.

Teniendo en cuenta las zonas de servicios, las dotaciones, los barrios en expansión y las áreas de gran densidad urbana, Marina ha propuesto un nuevo mapa de transporte que erige al metro ligero como protagonista absoluto y acaba con el rol prinicipal del autobús como medio de transporte, convirtiéndolo en un alimento del metro ligero que complementa en lugar de protagonizar. Así, defiende «se libera el centro urbano de toda clase de autobuses, se mejora el servicio y la frecuencia y se evita el solapamiento de las líneas.

Antes, claro, hubo de convencer al tribunal de que había planteado propuestas alternativas y viables para los aparcamientos, carriles bici, contenedores, paradas de taxi, zonas de carga y descarga, nuevos puentes y pasarelas, redistribución de los flujos de tráfico y los proyectos ya aprobados por el Ayuntamiento tales como la remodelación de la calle San Lesmes. El resultado es el mapa que pueden analizar junto a estas líneas y que reduce a 12 las líneas de autobús (actualmente hay 31) y propone dos líneas de metro ligero.

Atendiendo a la citada isócrona, 149.000 burgaleses tendrían acceso al sistema de transporte público en una distancia máxima de 700 metros, logro que difícilmente podrá apuntarse el sistema que se decida para el bulevar ferroviario, habida cuenta de que discurre casi íntegramente por la zona Sur de la ciudad. Su longitud total asciende a 21,7 kilómetros, se movería a una velocidad comercial de 24 kilómetros por hora y, aquí viene cuando la matan, el coste estimado es de 228 millones de euros.

El plan de viabilidad financiero añadido al proyecto señala que los ingresos por billetaje rondarían los 20 millones al año, postula la integración de publicidad como fuente de ingresos y cifra la tasa interna de retorno en el 2% para un valor actual neto de 4,6 millones. La conclusión es que podría resultar rentable, o al menos sostenible, en un plazo de 25 años. Es, en definitiva, una propuesta más, aunque el valor que destacan los miembros del tribunal es el planteamiento ‘radical’ de cambiar íntegramente todo el modelo de transporte urbano y su coherencia con los planteamientos que se están haciendo a nivel global en esta materia. Burgos tiene otra idea más y Marina matrícula de honor. Ahí queda.

(
Alvaro Melcón/ Burgos)
Fuente:
http://www.diariodeburgos.es/noticia.cfm/Local/20080825/transporte/total/F66179BC-1A64-968D-593E62D1F4E54579

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