Dejamos las mochilas en el hostal (por cierto, totalmente recomendable si se pasa por Tampere) y salimos a pasear por la ciudad, donde nos sorprendió la cantidad de niños que había por las calles (era viernes, pero parecía el día de las excursiones urbanas de los colegios).
Tras deambular por sus calles llegamos a uno de los extremos de la ciudad, donde se ubica Näsinneula, la torre más alta de Escandinavia, con vistas sobre el lago y sobre la ciudad.
La verdad es que casi todo lo que vimos estaba concentrado alrededor de una de sus calles principales y sus alrededores; Hämeenkatu.
La catedral es sorprendente y bonita, aunque su visita es breve ya qe no tiene grandes decoraciones en su interior.
La iglesia ortodoxa no podía faltar en un país que formó parte del imperio soviético hasta 1917.
Dado que a las 16:00 ya se hacía de noche, aprovechamos a ir a Helsinki sobre las 17:30; poco más de 2h de tren nos dejaban en el centro de Helsinki y una imagen curiosa: un "aparcamiento" para perros a la entrada de los supermercados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario