Es curioso como hay costumbres que, a fuerza de verlas año tras año acaban por ser asimiladas, como en este caso Halloween. Y es que, si para mí era normal celebrar Halloween en Escocia, no lo es tanto celebrarlo en Italia o España (y sin querer mencionar lo que pasó en
Madrid).
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Casa decorada cerca de Peebles, Escocia |
En cualquier caso, y dado que la mayoría de la gente que conocemos aquí son extranjeros (y muchos de ellos de los EEUU), no es de extrañar que lo acabáramos celebrando. Con sus disfraces de Halloween (nada de enfermeras o lolitas), sus dulces típicos (es todo azúcar!) y esas cosillas típicas. No es que mi disfraz fuera de lo más currado, pero, aunque no lo parezca en la foto, iba de enterrador :)
En cualquier caso, parece que todo vuelve a sus orígenes, y que si bien, la fiesta de Todos los Santos se instauró para desterrar la noche celta de los espíritus (de ahí viene derivado Halloween), el tiempo está dando un giro a la situación!
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