Hacía así como frío y aunque soleado, nos llovió todos los días un ratito. La verdad es que acostumbrados a Edi, si no vemos un ratito la lluvia cada día, no es lo mismo...
Comenzamos por la Hauptbahnhoft (estación central de trenes) que es una pasada!! Y de ahí, nos fuimos al Bundestag (Parlamento). Después de algo más de una hora, conseguimos acceder a la cúpula :)
Que si paseo por aquí y por allá, y una pequeña siesta, pues se nos hizo de noche (vaaale, anochece a las 16.15). Así que nos fuimos a ver algún que otro mercadillo navideño.
Son la leche. Ni crisis ni nada, todos a tope. Bien de comida y bebida, sobretodo Gluhwein (vinito calentito pal pecho!). Vaya ambientazo que había...
Pero la noche nos decepcionó un poco. Estuvimos en un par de zonas de fiesta, y... fiesta (como la nuestra) no encontramos. La peña parece que se va de cena, y en el mismo restaurante se toman la(s) primera(s) copa(s), y luego a la discoteca... Así que acabamos bebiendo unas cervezas mano a mano, dando vueltas y buscando un garito, pero na, a casa...
Y de regalo, unos vidrios con unos villancicos mu bonicos y que duran poquito (lo bueno, si breve, dos veces bueno). En la siguiente entrega, os cuento lo de esa iglesia.
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